Algunos proyectos demuestran que no siempre «Menos es más», al menos cuando hablamos de conocimiento, creatividad y talento. Los arquitectos Alfonso Castro Lorenzo y Álvaro Marín Durán tomaron como partida esta conocida afirmación de Mies van der Rohe para construir su concepto de estudio, a través de un juego de palabras que define a la perfección su filosofía: 2es+. En 2009 comenzaron su aventura, poniendo en común aptitudes y formaciones complementarias, bajo el convencimiento de que la suma de saberes y disciplinas es esencial en el proceso arquitectónico.
Con ellos inauguramos nuestra sección de entrevistas, un espacio a través del que descubriremos interesantes aspectos y puntos de vista sobre arquitectura, interiorismo y el mundo de la cocina en general. Desde su oficina en Santiago de Compostela, y siempre desde una óptica contemporánea, 2es+ realiza obra nueva, rehabilitación, diseño de mobiliario, interiorismo y espacios exteriores tanto en obra pública como privada. La suya es una arquitectura comprometida —con la naturaleza, con el entorno y con los clientes— y profundamente optimista e innovadora. Cada proyecto supone para ellos una nueva aventura, que emprenden guiados por los principios de la investigación, el diálogo, el compromiso y la fidelidad a un concepto claro.
Hablemos de vuestro concepto. ¿Cómo definiríais vuestro estilo?
Conceptual, abstracto y rotundo.
Desarrolláis una arquitectura comprometida, ¿cómo se plasma este compromiso?
Efectivamente, la arquitectura que desarrollamos parte de un compromiso. Un compromiso con la arquitectura y el diseño, con la naturaleza y el entorno en el que se actúa y, por supuesto, con los clientes que depositan en nosotros su confianza.
¿Qué otros valores son clave en vuestra filosofía de estudio?
Quizás la dedicación con la que afrontamos cada encargo, el compromiso con el mismo y que nos encanta lo que hacemos.
La luz y el espacio protagonizan vuestros trabajos. ¿De qué manera utilizáis estos elementos para plantear los proyectos?
Cada encargo lo afrontamos con la intención de que la combinación, utilización y aprovechamiento de estos factores conviertan cada proyecto en una experiencia única y diferente. Nosotros entendemos que no se utilizan estos elementos para conseguir una buena arquitectura, sino que la luz y el espacio son en sí mismos buena arquitectura.
Afirmáis que cada nuevo trabajo «supone una nueva investigación, una nueva aventura y cada nuevo cliente un compañero para esta». ¿Cuál es el procedimiento que seguís desde que surge la idea inicial hasta el fin de obra?
Siempre existe un proceso de conocimiento previo entre nosotros y los clientes para conocer sus necesidades, sus inquietudes a la hora de elaborar el programa de necesidades, sus anhelos… y esto tanto en obra pública como privada, independientemente de la tipología del encargo. Existe pues, un diálogo previo que es muy importante para poder encauzar el proyecto. A la vez, se realiza una labor de conocimiento del lugar y de documentación previa fundamental. Es en este momento en el que comenzamos la búsqueda de un concepto global que nos guíe a través de todo el proceso. En cuanto este concepto se muestra claro, se empieza a trabajar en el desarrollo de todo el proyecto a través de dibujos, maquetas, planos… y, de nuevo, mucho diálogo. El objetivo es que al final del proceso, el concepto que originó la idea de proyecto, se mantenga tan claro como al principio.
¿Cuál es vuestra relación con los materiales? ¿Con cuáles soléis trabajar?
No hacemos distinciones entre materiales, creemos que todos tienen su momento y su lugar, eso sí, nos gusta que se muestren expresivos, con sus características particulares, virtudes y defectos. No distinguimos entre materiales buenos y malos, sino entre materiales bien empleados y mal empleados.
Finalistas en los XVI Premios COAG de Arquitectura y accésit en el Premio Juana de Vega de Arquitectura por la vivienda unifamiliar Choupana House (2015); selección en la XIII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo y mención en los Premios de Arquitectura e Rehabilitación de Galicia por el Restaurante Minas de San Finx (2016)… Estos son algunos de los importantes reconocimientos que habéis recibido. ¿Qué supone para vosotros?
Supone un orgullo y un impulso para la oficina. Que obras en las que nosotros y nuestros clientes hemos depositado tanto esfuerzo e ilusión tengan este tipo de reconocimiento nos llena de orgullo y satisfacción (por nosotros y por ellos) y nos motiva para intentar hacerlo cada vez mejor.
¿De qué proyectos os sentís especialmente orgullosos?
En general, en aquellos en los que la relación cliente-arquitecto ha dado pie a una amistad.
Uno de vuestros últimos proyectos es “Nanín Rehab” –una impresionante rehabilitación que cuenta con una cocina de Santiago Interiores–, que acaba de ser publicada en la revista Casa Viva. ¿Cómo habéis afrontado este reto de dar un aire completamente nuevo a una casa de los años 70 sin modificar su arquitectura?
En este caso el reto estaba en trasladar las inquietudes de unos clientes con una visión muy clara y contemporánea del diseño, de los espacios y de la iluminación en una arquitectura existente de hace 25 años. Conseguir que los interiores fuesen más luminosos, los espacios más fluidos, que el interior de la casa estuviese más vinculado con el jardín fueron los retos que afrontamos para cambiarle el aire a una vivienda que, por otro lado, tiene un carácter predeterminado muy importante.
Al tratarse de un proyecto eminentemente de interiorismo, el cuidado en el detalle constructivo, el diseño de mobiliario, la adecuada iluminación de las estancias y, en general, el uso adecuado de los acabados (madera de pino pintada de blanco, microcemento en suelos y paredes…) ha tenido una gran importancia en el resultado final.
Para vosotros, ¿cuáles son las características principales que debe tener una cocina?
La limpieza, simplicidad y pureza de sus líneas. Una adecuada resolución funcional de la cocina, tanto en la distribución de mobiliario como en un adecuado estudio de los recorridos de los usuarios.
¿Cómo se relaciona esta estancia con el resto de la casa en vuestros proyectos? ¿Qué papel creéis que debe cumplir la cocina en la arquitectura contemporánea?
Entendemos la cocina como un elemento de relación fundamental en una vivienda, creemos que esto no ha cambiado y que la arquitectura contemporánea, al igual que ocurría antaño, debería seguir teniendo en cuenta que la cocina es un punto neurálgico dentro de una vivienda; un sitio en el que no sólo se va a cocinar sino también a intercambiar opiniones y a relacionarse con el resto de miembros de nuestra familia o grupo de amigos
¿Cuál fue vuestro primer contacto con la marca Santos? ¿Qué valoráis del trabajo con Santiago Interiores?
Nuestro primer contacto con Santos se produjo en nuestro primer proyecto, que fue la realización del acondicionamiento interior de un piso en Santiago de Compostela. Fue también la primera vez que entramos en contacto con Santiago Interiores. De Santiago Interiores valoramos el rigor con el que afrontan cada encargo, la implicación a nivel de diseño con la que encaran cada reto y la buena comunicación que hay con ellos en cada proyecto.
Funcionalidad, belleza, duración… son algunos de los valores de las cocinas de Santos. ¿Os sentís identificados con ellos?
Absolutamente. Santos es garantía de un producto de calidad y de un trabajo bien hecho. Pensado por y para los usuarios, pero desde una óptica de absoluto diseño.
Foto retrato: Esther Taboada | Fotos proyectos: Héctor Santos-Díez