La cocina se situó en un de los volúmenes articulados en torno al patio y se propuso una distribución en U que mantuviera despejado el espacio orientado a la gran ventana. Para garantizar la entrada de luz natural se prescindió de muebles altos.
La zona de fregado se equipó con muebles bajos cajoneros de gran capacidad y se situó bajo la ventana. La zona de muebles columna se situó en la pared ciega de la estancia y en ella se integraron el frigorífico y los hornos. A ambos lados se situaron sendos muebles persiana sobre encimera con los que se logra aprovechar el espacio y se consigue dar un aspecto de limpieza. El mueble persiana de Santos resulta una excelente solución ya que, además de aprovechar espacios de difícil acceso, permite recoger en su interior diversos elementos que, de otra forma, quedarían expuestos a la vista. Mientras que el frente de las persianas tradicionales se recoge en el interior del propio módulo restando espacio interior, en el sistema ideado por Santos el frente se desliza sobre la parte superior y trasera del mueble sin desperdiciar ni un solo centímetro del espacio interior.
La zona de cocción se situó en una península que funciona como límite entre las zonas de preparación y comedor, diferenciando ambos ambientes y, al mismo tiempo, manteniéndolos abiertos y comunicados.