Las cocinas blancas y grises permiten aunar la sofisticación y profundidad de los tonos oscuros con la luminosidad y la sencillez de los claros. ¡No es de extrañar que esta combinación esté de plena tendencia!
Se trata de dos colores neutros que, al complementarse, logran superar sus carencias creando espacios elegantes, armónicos y equilibrados. Una mezcla de colores que nunca falla, ideal para estancias de estilo contemporáneo pero también para otras más tradicionales o antiguas. Al fin y al cabo, las posibilidades son múltiples: muebles en ambas tonalidades, muebles grises con encimera blanca, muebles blancos con encimera gris, presencia predominante de uno de los colores y pequeños detalles en el otro… sin olvidar que dentro del gris hay desde tonos claros como el Gris Arena a otros muy oscuros como el Antracita o el Grafeno, y las sensaciones que transmiten son muy diferentes.
Si buscas inspiración para tu cocina blanca y gris, te animamos a echar un ojo a las siguientes fotos e ideas.
Cocina blanca y encimera gris: una combinación clásica y atemporal

Las cocinas con muebles blancos dan mayor luminosidad a la estancia, y también contribuyen a ampliarla visualmente; además, son fáciles de limpiar y facilitan la decoración, ya que quedan bien con cualquier otro color. Si optas por muebles de líneas sencillas, como los que vemos en la foto superior, se logra crear un estilo minimalista y contemporáneo muy atractivo.
En estos casos, la encimera gris permite generar un pequeño contraste que aporta carácter y minimiza el riesgo de una atmósfera excesivamente aséptica o impersonal. Si además de la encimera, el color gris se extiende al panel pared, este efecto se hace más evidente, y el resultado es elegante y actual.

Encimeras en color gris hay muchísimas: de piedra natural, laminadas, porcelánicas, de resina… y también de acero inoxidable. Estas últimas son las más utilizadas en la cocina profesional, al ser muy resistentes e higiénicas, y pueden ser una opción adecuada si se quiere dar cierto toque industrial al hogar.
Cocina blanca y gris pequeña: predominancia de los tonos claros

En el caso de las estancias pequeñas, el blanco suele ser el gran protagonista en los muebles, dejando el gris para otros elementos, como por ejemplo, la encimera y el panel pared. Pero además, es preferible decantarse por las tonalidades más claras del gris, que ayudan a crear cierto contraste, pero sin restar un ápice de luz.
Cocina blanca, gris y madera: cálida y acogedora

Al ser tanto el blanco como el gris colores neutros, a veces se les achaca cierta frialdad. Para combatir este efecto, nada como introducir pinceladas de madera: una encimera, un panel pared, una mesa o incluso un suelo pueden resultar muy útiles para convertir una cocina simplemente funcional en otra realmente confortable. En la foto vemos además que combinar distintos muebles de cocina grises y blancos aporta versatilidad y personalidad, resultando todo un acierto.

Ni siquiera es necesario que la madera esté presente en gran número de elementos. En la imagen anterior podemos comprobar cómo una mesa de comedor grande, rústica y de madera natural logra dotar de calidez al ambiente. Conviene destacar que, en este caso, el gris se encuentra en la encimera pero también, en distintos tonos, en techo y suelos.
Cocinas grises con encimera blanca: espacios con mucho estilo

Cuando se cuenta con una estancia amplia y luminosa vale la pena ceder el protagonismo al color gris, incluso en tonos fuertes como el Antracita. En la fotografía superior podemos ver un proyecto en el que los muebles aportan volumen y carácter, mientras que la tonalidad clara de paredes, techo, puertas, vitrina y encimeras potencia la luminosidad natural de la estancia. El resultado es una cocina blanca y gris singular y repleta de encanto en todos sus rincones.
Cocina blanca y gris con isla: cómoda y elegante

Volvemos a confirmar que los tonos oscuros pueden ser una muy buena idea en espacios amplios, especialmente si son abiertos y/o muy luminosos. La distribución en isla minimiza la presencia de obstáculos para la circulación de la luz, y crea estancias muy cómodas y livianas, en la que varias personas pueden trabajar a la vez alrededor de la isla sin estorbarse. Decantarse por una encimera en color blanco contribuye a esa sensación de ligereza y luminosidad, al quedar el blanco en una zona superior, contrastando con el color gris oscuro de los muebles.

En el caso de una cocina blanca y gris claro, en lugar de dar protagonismo al contraste se potencia la luminosidad, algo fundamental en estancias más pequeñas. Un buen ejemplo lo vemos en la cocina con península de la foto anterior, en la que el gris sirve para romper sutilmente con un ambiente monocromático, pero sin perder claridad ni abarrotar visualmente el espacio.
Si estás pensando en reformar tu cocina y te gustaría probar con un diseño en blanco y gris, no dudes en pedir cita con nuestro equipo de interioristas. ¡Nos encantará ayudarte a conseguir un proyecto adaptado a tus gustos y necesidades! Te animamos a visitar también nuestro post sobre cocinas grises para encontrar más ideas sobre este color tan de tendencia.