¿Cómo distribuir una cocina alargada? Las estancias estrechas son cada vez más habituales en pisos y apartamentos, pero su forma angosta no tiene por qué ser un impedimento para crear un espacio práctico, cómodo y plenamente equipado. Para lograrlo, eso sí, es fundamental saber cómo aprovechar cada metro cuadrado, sobre todo si la cocina es muy pequeña.
La distribución de los muebles juega un papel clave en este sentido. Disponer el mobiliario en paralelo no suele ser una opción (y cuando lo es, se corre el riesgo de provocar cierto “efecto pasillo” si no se aligera alguno de los frentes). Lo más recomendable, a priori, es elegir una distribución en L, sacando partido del tabique más largo de la estancia, pero también de la pared del fondo. Sin embargo, esta no es la única posibilidad.
Hoy veremos algunas soluciones para cocinas alargadas y estrechas que contribuirán a generar ambientes funcionales, pero también agradables y acogedores.
Distribuir cocinas pequeñas alargadas para sacarles el máximo provecho
Si la cocina además de estrecha es pequeña, la distribución en L se vuelve prácticamente indispensable. Se puede colocar la zona de almacenaje y electrodomésticos concentrada en la parte más alejada de la ventana y justo a continuación disponer los muebles bajos y altos para aprovechar la entrada de luz natural.
Incluso se puede probar una distribución en U, pero con muebles de fondo reducido, como vemos en la foto superior. En este caso, además, la pared más corta se aprovechó para poner una barra bajo la ventana, un elemento ligero pero que aporta muchísima funcionalidad, tanto para tomar algo en la propia cocina como para alargar la superficie de la encimera, algo que nunca viene mal en estancias de dimensiones reducidas.
Por otro lado, hay que decir que en las cocinas modernas pequeñas y alargadas la iluminación resulta esencial para evitar una atmósfera claustrofóbica y recargada. En ese sentido, abrir la cocina al resto de la zona de día o, como mínimo, emplear puertas de vidrio o ventanas interiores, siempre será buena idea. Además, es mejor utilizar puertas correderas para que todo el espacio dentro de la cocina sea aprovechable.
Cocinas alargadas con isla: comodidad y funcionalidad
Los espacios alargados abiertos ofrecen muchas más posibilidades, especialmente si son amplios. En la imagen superior podemos ver cómo la isla, en lugar de utilizarse para separar ambientes, se adapta a la forma alargada de la estancia situándose longitudinalmente. Se logra así una disposición en paralelo, pero mucho más ligera, ya que la isla, al estar conformada por un bloque de muebles bajos no obstaculiza la conexión visual ni la circulación de la luz.
Cocinas alargadas con barra: creando una zona office
Como decíamos, en las estancias angostas no suele ser posible disponer el mobiliario en dos frentes, ya que se debe dejar una distancia mínima de 80 cm (y mejor si es al menos de un metro) entre ambos. Sin embargo, una barra, mucho más estrecha, sí puede ser una opción para aprovechar el espacio disponible frente al lineal de muebles.
Cocinas alargadas de un solo frente con muebles de suelo a techo
Un espacio muy alargado permite también, en muchas ocasiones, colocar todo el equipamiento necesario en un solo frontal. Lo vemos en la fotografía anterior, en la que un tabique da cabida a tres armarios columna y una composición de muebles altos y bajos donde disponer las áreas de preparación, fregado y cocción. En estos casos se suele aprovechar toda la altura de la pared con armarios que llegan hasta el techo.
Cocinas alargadas con península para una distribución en paralelo
En ocasiones, no es la estancia la que es alargada, sino la propia distribución. Así, una península colocada frente a un lineal de muebles creará ese efecto visual. Sin embargo, al tratarse de un concepto abierto, el resultado es muy diferente. La atmósfera no se ve recargada, sino simplemente bien aprovechada, con muebles a ambos lados (lo que permite maximizar la superficie de trabajo y almacenaje) y, al mismo tiempo, suficiente espacio para moverse libremente.
Cocina alargada abierta al salón: ambientes conectados
Simplemente eliminando un tabique se consigue también un cambio radical en el diseño de cocinas alargadas. La distribución de los muebles no varía, ni la capacidad de la cocina, pero la sensación difiere por completo, logrando una atmósfera más liviana y actual. En el caso del proyecto que vemos arriba, además, eliminar esa pared permitió adosar al mobiliario una mesa de comedor, creando un área office de transición entre cocina y salón.
Amueblar una cocina estrecha y alargada: más ideas para equilibrar el espacio
Más allá de la distribución, hay otras recomendaciones que se deben tener en cuenta cuando se amuebla una cocina estrecha y alargada.
Así, es buena idea dar prioridad a colores claros como el blanco, especialmente si la estancia es oscura. En caso de preferir combinar varios colores, se puede usar el más intenso en los muebles bajos y dejar el blanco para los altos. Además, es aconsejable que los muebles altos no lleguen hasta el techo para dar “aire” en la habitación. De hecho, hasta puede ser interesante prescindir de esos módulos en parte de la cocina, o sustituirlos por baldas abiertas.
Integrar los electrodomésticos también puede ser clave para lograr una imagen más limpia y armónica.
Está claro que amueblar una cocina alargada y estrecha es todo un reto, pero una distribución adecuada puede contribuir a lograr una zona de trabajo cómoda y confortable. Si buscas ideas para la tuya, no dudes en contactar con nuestro equipo de interioristas. Estaremos encantados de ayudarte y crear un proyecto a la medida de tus gustos y necesidades.