Manchas de grasa, huellas de dedos, restos de comida, cercos de humedad… está claro que el mobiliario de la cocina se enfrenta a diario a múltiples amenazas en lo que a pulcritud se refiere. Y es habitual tener dudas sobre cómo limpiar los muebles de cocina de la forma más sencilla y eficaz.
Aunque conviene tener en cuenta las características de los distintos materiales y acabados de los armarios de cocina, una máxima que no falla es que es preferible limpiar todos los días simplemente con agua y jabón, a esperar una semana y acometer una limpieza en profundidad. Además, conviene desconfiar de limpiadores y detergentes agresivos para desengrasar, salvo en ocasiones determinadas.
En el caso de nuestros productos, los clientes tienen a su disposición un completo manual con todas las instrucciones de uso y mantenimiento. Siguiéndolas, los muebles lucirán limpios, y como nuevos, toda su vida útil.
Entonces, ¿cómo limpiar los armarios de la cocina?

Como apuntábamos antes, es fundamental realizar limpiezas periódicas, ya que muchas manchas se resecan con el paso del tiempo, dificultando su eliminación.
Además, hay una serie de recomendaciones que van más allá de la limpieza en sí, pero que ayudarán a evitar, a largo plazo, huellas, manchas de humedad persistentes o zonas decoloradas y sin brillo en los muebles. El humo, el vapor y la humedad son grandes enemigos, por eso, es esencial cocinar siempre con la campana extractora en funcionamiento, y limpiar y secar los muebles al momento cuando se derrama algún líquido sobre ellos. De la misma manera, recomendamos no usar cafeteras y ese tipo de pequeños electrodomésticos bajo los muebles altos, así como esperar un tiempo prudencial tras la finalización del lavado para abrir el lavavajillas.
En el caso de la limpieza de los frentes de puertas y cajones, no se deben emplear nunca estropajos o sustancias agresivas como lejías, disolventes, aguarrás, amoníaco, etc. Para limpiar manchas normales, basta con aplicar una bayeta, previamente humedecida con una disolución de agua y jabón neutro, y secar posteriormente con un paño suave de algodón.
En el caso de manchas más resistentes, se puede optar por una esponja, igualmente con jabón neutro, y frotar la superficie manchada, para posteriormente, secar con un paño de algodón o bayeta de celulosa.

Es conveniente limpiar los armarios de la cocina por dentro de forma regular, especialmente los de la alacena. Vaciándolos completamente, retirando las migas o restos de comida que hayan podido caer, y limpiándolos, al igual que el exterior, con agua tibia y detergente neutro sobre un paño humedecido.
¿Cómo limpiar muebles de cocina de madera?

Los muebles de cocina de madera resultan más sensibles, y a pesar de que los frentes rechapados vienen protegidos por barnices específicos, estos no pueden evitar los daños causados por limpiezas agresivas o infiltraciones continuadas de agua y vapor. En estos casos resulta especialmente importante ser cuidadoso en el mantenimiento y limpieza de los mismos, y evitar el uso de productos que contengan ceras.
De nuevo, el agua y el jabón neutro son las sustancias más recomendadas.
¿Cómo limpiar muebles de cocina mate?

Muchas veces se dice que los muebles de cocina en acabados mate son más “sucios” que los de brillo. Esto no se ajusta a la realidad, pero sí puede ser cierto que, en los tonos mate más oscuros, especialmente con acabado seda, puedan notarse más las marcas de huellas. Dicho esto, limpiando con agua y detergente neutro no debería haber mayor problema en eliminar tanto las huellas como las manchas de grasa u otras marcas en los frentes.
Vale la pena recordar también la existencia, en Santos, de un laminado supermate LAH (anti-huellas), un material muy higiénico que facilita la limpieza.
¿Cómo limpiar muebles de cocina brillantes?

Una vez más, agua y jabón neutro son la solución para eliminar manchas y que los armarios en alto brillo mantengan su resplandor inicial. La ventaja de este tipo de acabados es que resultan muy agradecidos, ya que tras pasar el paño húmedo con el jabón, y secarlos, se nota rápidamente la diferencia. Lo mismo ocurre a la hora de quitar manchas de muebles de cocina blancos o en colores claros, que, por regla general, es más fácil que transmitan sensación de limpieza.
¿Cómo limpiar muebles de cocina lacados?

En el caso de los frentes lacados, por sus características particulares, es aún más importante un correcto mantenimiento para asegurar que se mantienen limpios. Pasar a diario el paño con agua tibia y detergente neutro será fundamental para eliminar manchas y huellas y evitar que estas se fijen.
En ocasiones, lo que parece una mancha persistente es, en realidad, una pequeña rotura. Si un golpe astilla la laca se recomienda aplicar una gota del “Aplicador para retoques” que suministramos con las cocinas de este material.
¿Cómo limpiar muebles de cocina laminados y estratificados?

Si has leído hasta aquí ya habrás descubierto que no hay trucos mágicos ni grandes misterios: como tantas veces, lo sencillo es lo más eficaz. Y si añadimos un extra de constancia, para no dejar que las marcas se fijen a los muebles, mejor que mejor. Aunque los materiales laminados son muy resistentes, no hay que ponerlos a prueba frotando con estropajos, lanas de acero u otros materiales similares. Un paño o bayeta es igual de eficiente y menos agresivo, simplemente hay que, en el caso de manchas más difíciles, dejar actuar un buen rato el agua tibia con jabón para que la suciedad reaccione.
¿Cómo limpiar manchas persistentes en tus muebles de cocina?
Aunque todos nos sabemos la lección, lo cierto es que llevarla a la práctica no siempre es tan fácil. ¿Qué ocurre cuando no hemos reaccionado a tiempo y alguna mancha se ha quedado fijada, resistiéndose a desaparecer? En esas ocasiones puede ser necesario recurrir a medidas más contundentes, como por ejemplo, el alcohol isopropílico diluido en agua. Asegúrate de que el paño esté completamente limpio, para no dejar nuevas marcas, y prueba primero en una pequeña superficie. Además, recuerda que el alcohol nunca puede tocar los cantos de la puerta.
Vitrinas, tiradores, zócalos… ¿cómo limpiar estos elementos de tu cocina?

Aunque el agua con jabón neutro será la base de la limpieza de la cocina, hay otros elementos, más allá de los armarios y cajones, que pueden necesitar cuidados específicos. Para eliminar las marcas de huellas de los frentes de vidrio de las vitrinas, por ejemplo, necesitarás limpiar bien el polvo y usar líquido limpiacristales.
Si cuentas con tiradores, zócalos u otros elementos de acero o aluminio puedes aplicar, tras la consabida esponja con agua y detergente neutro, algún producto específico para realzar el brillo de esos materiales.
Como ves, la clave para eliminar la suciedad, quitar manchas de grasa y limpiar las huellas que a veces dejan los dedos sobre los frentes, está en la constancia. No importa si se trata de muebles blancos u oscuros, laminados o lacados, mates o brillantes… limpiando con agua y jabón de forma regular lograrás unos resultados mucho mejores que haciendo limpiezas “en profundidad” más espaciadas.
En cualquier caso, en Santiago Interiores te daremos toda la información que precisas sobre la limpieza de tu cocina para que puedas así adaptarte a sus características específicas.