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Si algo caracteriza a las crakers (o galletas saladas) es su poder adictivo. Apetecen en cualquier momento del día, para tomar un tentempié entre horas o para acompañar una comida o cena de picoteo.

El pan es un elemento indispensable en nuestra mesa y existen decenas de variedades entre las que elegir. Una modalidad que se ha convertido en el producto estrella de la hora del aperitivo es el pan de cristal.

Aceitunas, patatas fritas, frutos secos, embutido, croquetas… Picar algo antes de la comida para abrir el apetito o mientras se espera a que lleguen todos los comensales es un placer indiscutible.

Hay platos que suponen un acierto seguro, y un buen ejemplo es el salpicón de marisco. Sencillo, pero a la vez refinado, sienta bien en medio de una copiosa comida pero también en una frugal cena.

Hay tartas que, para bien o para mal, forman parte ya de la tradición repostera universal, y un ejemplo claro es la selva negra.