Olalla Tarrío Roig y Daniel Puerta Martín fueron los encargados del proyecto de reforma de esta vivienda. Un antiguo edificio situado en la localidad costera de Portosín, a un paso del mar, se convierte tras su rehabilitación en un espacio abierto, con la esencia de ayer pero adaptado a las necesidades de hoy.
La piedra y la madera, detalles constructivos de la arquitectura tradicional gallega se restauran y mantienen. La vivienda, de 200 metros cuadrados, presenta en su planta baja, que se abre a un cuidado jardín, espacios hábiles para el día.
La cocina conforma, junto a la sala, un espacio unitario y bien distribuido. El mobiliario desprende actualidad y el contraste entre piedra, madera y tonalidades blancas imprime a esta interesante recuperación un sentido de amplitud y recogimiento únicos. La cocina se distribuye en paralelo enfrentando una zona de muebles columna que alberga los hornos y el frigorífico a una zona de muebles bajos con cajones. La ausencia de muebles altos en esta área crea una sensación de amplitud y facilita la comunicación con el salón. Se deja así totalmente despejado un espacio central que propicia la entrada de luz natural a través de la ventana. El amueblamiento se completa con una península en la que se instala la zona de cocción y una campana decorativa. Esta zona funciona como área de transición entre la cocina y la zona de comedor. Los muebles bajos se equipan con cajones con 3 niveles de almacenamiento equipados con los característicos accesorios interiores de la marca Santos.
Reportaje fotográfico aparecido en la sección “La Casa” de La Voz de Galicia
Otros datos de interés
Proyecto arquitectónico: Marmuro
Fotografía: Fuco Rei – La Voz de Galicia
Encimera: Silestone Blanco Zeus
Distribución de la cocina: en paralelo
Tipo de vivienda: unifamiliar
Situación: Portosín