El calendario de Santos quiere endulzarnos el mes de mayo con esta receta de Tarta de queso con glaseado Butterscotch. Tan bonita como deliciosa, es ideal para ofrecer en una merienda acompañada con un buen café o un té.
A la vista destacan sus dos líneas color moka. La de abajo, de galleta, y la de arriba, hecha a base de mantequilla y azúcar moreno, una preparación que se conoce como Butterscotch. Al paladar, te sorprenderá su textura suave y delicada y el contraste entre sus diferentes sabores. ¿Quieres saber cómo prepararla?
Ingredientes
- 12 galletas tipo digestive
- 75 g de mantequilla
- 700 g de queso crema
- 120 g de azúcar
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 3 huevos tamaño L
- 80 g de nueces picadas
Para el Butterscotch
- 60 g de mantequilla
- 45 g de azúcar moreno
- 2 cucharadas de leche entera
- 120 g de azúcar glas
- 1 cucharada de esencia de vainilla
Preparación de la tarta de queso:
Lo primero que debemos hacer es forrar el molde con papel de horno. En esta receta se ha utilizado un molde de aproximadamente 20 cm de diámetro. Para la parte inferior recortamos un círculo, y para el borde usamos una o dos bandas de papel de la anchura del alto del molde. Para fijar el papel usamos un pincel ligeramente mojado en aceite.
A continuación trituramos las galletas y añadimos la mantequilla derretida. Mezclamos hasta conseguir una pasta, que colocamos en el fondo del molde y prensamos con una cuchara. La metemos en la nevera y esperamos hasta que se endurezca.
El siguiente paso es batir el queso con el azúcar y la esencia de vainilla. Vamos añadiendo los huevos de uno en uno, y después incorporamos las nueces. Volcamos esta mezcla sobre la base de galleta y horneamos (con el horno a 180º y precalentado) durante 45 minutos. También podemos pinchar con una aguja larga. Sabremos que la tarta está lista cuando la aguja salga limpia.
Preparación del glaseado Butterscotch:
Ponemos la mantequilla, el azúcar moreno (que previamente hemos pulverizado con la ayuda de un robot) y la leche en un cazo y llevamos a ebullición. Después apartamos del fuego y añadimos el azúcar glas y la esencia de vainilla. Removemos con unas varillas hasta que conseguimos una suave crema.
Cuando la tarta esté fría, incorporamos por encima el glaseado. Volvemos a dejar enfriar; lo ideal sería incluso de un día para otro.
Desmoldamos y emplatamos. El papel de horno produce unos pliegues en los laterales de la tarta que le dan un aire rústico y casero. Para redondear la presentación, podemos añadir un detalle floral.
Te invitamos a visitar el blog ToBeGourmet para ver imágenes del proceso de elaboración y la presentación final de esta receta. ¡Que la disfrutes!