Sofisticadas, modernas y con mucho carácter, las cocinas negras llevan ya algunas temporadas siendo una de las tendencias imprescindibles en diseño de interiores. No solo aportan elegancia y personalidad, sino que además facilitan la integración en espacios abiertos y ayudan a generar un contraste muy útil tanto para delimitar estancias como para crear ambientes de estilo minimalista.
Aunque a menudo se considera el negro un color incompatible con la cocina, ya sea por sombrío, por ensuciarse con facilidad o por crear una impresión demasiado dramática, lo cierto es que tiene muchas ventajas. Es innegable que los tonos oscuros absorben la luz, pero es posible matizar este efecto en espacios diáfanos y jugando con otros colores como el blanco o la madera. Hoy te mostramos, a partir de diversas fotos de proyectos de cocinas Santos, cómo crear una estancia glamurosa y delicada sin perder luminosidad.
Una cocina negra repleta de luz natural
La cocina de esta vivienda proyectada por AEstudio Arquitectura es un buen ejemplo de cómo integrar los muebles negros. El salón, el comedor y la cocina comparten un espacio abierto con grandes ventanales. La distribución en paralelo de la cocina también favorece la entrada de luz natural. Además, para potenciar la luminosidad, se utiliza el color blanco en paredes y puertas. El contrapunto al negro también lo otorga la cálida madera, presente en los techos y vigas de abeto laminado, así como en la tarima de roble.
Con sus formas estilizadas y frentes lisos sin tirador, el modelo FINE LAH laminado Negra Seda de la marca de cocinas Santos aporta un estilo minimalista, que se compagina con naturalidad con elementos rústicos y tradicionales del interiorismo de esta vivienda. El color negro produce un interesante contraste que, además de delimitar el espacio, le otorga fuerza y personalidad.
La incorporación de materiales innovadores en la cocina también está en auge. El acabado Negro Seda LAH de Santos es supermate y antihuella y resulta muy suave y agradable. Así la belleza se percibe no solo a través de la vista, sino también del tacto. Por otro lado, la combinación con la encimera también negra permite crear un conjunto perfectamente integrado, lo que redunda en la estética depurada del espacio.
En esta cocina hemos visto ya un pequeño compendio de las recomendaciones para crear un espacio luminoso y atractivo, pero sigamos profundizando en ellas.
Cocinas negras con isla para espacios abiertos
En el showroom de Espacio Mood, en Madrid, podemos encontrar esta cocina negra con isla en la que los tonos oscuros sirven para delimitar claramente los distintos ambientes, en un espacio abierto y diáfano donde predomina el blanco.
Los muebles contrastan con las tonalidades claras y con los materiales naturales de mesas, bancos y elementos decorativos. Las patas de los taburetes de la isla añaden notas de color, mientras que las luminarias refuerzan este diálogo entre el blanco y el negro. La cocina se integra así de forma armónica en la línea nórdica y funcional que caracteriza a los espacios Mood, demostrando que el negro también tiene cabida en los espacios de inspiración escandinava, tan del gusto actual.
Cocina negra rústica: creando un elegante contraste
En ambientes rústicos, una posibilidad es elegir recios muebles de factura clásica en tonos oscuros, que es quizá lo que uno se esperaría. Pero las últimas tendencias se inclinan más por el estilo denominado “rústico moderno” que consiste, simplemente, en contraponer detalles de marcado carácter contemporáneo a otros más tradicionales.
Así, en este proyecto del estudio Ideinterior podemos volver a ver cómo destacan nuestros muebles FINE de líneas rectas, grosor reducido y un aspecto sobrio y funcional. Esta cocina negro mate logra integrarse en el espacio sin pasar desapercibida, y entra en equilibrio con la textura rústica de la pared y de la lareira de piedra.
¿Cocinas pequeñas en negro? Sí, pero con ciertas precauciones
El color negro no tiene por qué vetarse en las estancias de dimensiones más reducidas, siempre que las condiciones lo permitan. Es una opción ideal para cocinas abiertas y luminosas (aunque sean diminutas) pero inadecuado para los espacios sin apenas entrada de luz natural.
En todo caso, es buena idea limitar los tonos oscuros a solo parte del mobiliario (aquí la combinación blanco y negro se vuelve especialmente acertada), y decantarse por un acabado en alto brillo, que refleje la luz. Otra alternativa es emplear el negro en pequeños detalles como el grifo, el zócalo, los azulejos o los taburetes, para aportar discretos toques de carácter a una cocina en tonos más claros.
Cocinas en madera y negro: cálidas y acogedoras
Combinar negro y madera es siempre una opción ganadora, ya que los tonos naturales contribuyen a suavizar la dureza del negro, dando como resultado ambientes muy confortables y acogedores. El suelo de madera es fantástico para conseguirlo, pero también es interesante utilizar este material en paneles frontales o incluso en toda una pared, tal y como vemos en la imagen anterior.
Es habitual utilizar la madera para la encimera, para la mesa o para el resto del mobiliario auxiliar. En este proyecto tenemos un buen ejemplo de cómo gracias a una simple barra de desayuno en madera es posible proporcionar calidez a la cocina.
Cocinas en blanco y negro: un clásico que nunca pasa de moda
El blanco es uno de los colores más usados en la cocina, ideal para aligerar el ambiente, multiplicar la luz y ampliar visualmente el espacio. Así que funciona de forma natural como un contrapeso para los tonos más oscuros, minimizando la absorción de luz y, de hecho, parece incluso ganar todavía más luminosidad por contraste.
Sin olvidar que el blanco y negro es una combinación elegante y atemporal, que da mucho juego en ambientes minimalistas, donde se prescinde de todo lo accesorio y se recurre a una gama cromática básica.
Cocinas en negro y gris: doble sofisticación
Aunque no es apto para todo tipo de estancias, emplear el negro y el gris en una misma cocina es una tendencia que va a despuntar con fuerza en los próximos meses. Está claro que es preciso contar con espacios abiertos y muy luminosos, y recurrir a los mismos recursos anteriormente citados (como el uso de materiales naturales, pintar las paredes de blanco, no poner obstáculos a la entrada de la luz, prescindir de ambientes recargados…). Pero el resultado vale, sin duda, la pena.
Se pueden alternar los muebles altos en negro con una isla en tonos gris mármol, pero también con los interiores de los armarios. Por otro lado, las vitrinas son otro imprescindible que siempre suma en las cocinas negras, al reflejar la luz y aportar ligereza.
Con un proyecto bien diseñado y equilibrado, las cocinas negras, brillo o mate, pueden construir ambientes minimalistas y sofisticados, sin perder luminosidad y sensación de amplitud. Si quieres conocer de primera mano las posibilidades de esta tendencia y recibir asesoramiento personalizado, no dudes en contactar con nosotros.