[Actualizado a 27 de enero de 2023]
A pesar de la popularidad del lavavajillas, el fregadero sigue jugando un papel esencial en la cocina, y es, junto a la encimera, una de las áreas de mayor uso. Para preparar los alimentos, para lavar los utensilios de cocina, para limpiar frutas y verduras o para colar el agua sobrante tras cocinar determinados platos… está claro que el fregadero ha de ser ante todo funcional.
Pero eso no debe hacer olvidar la parte estética, ya que el fregadero también contribuye a dotar de personalidad este espacio de la casa, al situarse siempre en una zona central. En la actualidad existen numerosos tipos de fregaderos distintos, que se adaptan a diversos usos y, sobre todo, estilos.
La clave, por lo tanto, está en elegir el fregadero que, por su forma, material, medida y color, más se adecúa a cada cocina. ¿Qué aspectos se deben tener en cuenta para lograrlo?
Tipos de fregadero: bajo encimera o sobre encimera
Lo primero que hay que decidir es si se desea un fregadero bajo encimera o sobre encimera, ya que ambos tienen sus ventajas e inconvenientes.
Fregadero bajo encimera
El fregadero bajo encimera es aquel que se coloca con el borde por debajo de la superficie de trabajo. Esta tipología no solo no resta ni un centímetro de espacio de la zona de preparación de los alimentos, sino que además visualmente da sensación de continuidad, al no ser necesarias juntas ni separaciones de ninguna clase.
Su único inconveniente es que no son adecuados para superficies con materiales menos resistentes al agua, como puede ser la madera. Tampoco se suelen aconsejar con encimeras porcelánicas, ya que pueden resultar frágiles en los cantos.
Fregadero sobre encimera
Los fregaderos sobre encimera, por el contrario, son compatibles con encimeras de cualquier material, y llevan la cubeta encastrada con las solapas por encima. Son, por lo tanto, más versátiles, pero hay que tener cuidado y realizar una buena instalación, porque si no, se corre el riesgo de que se note la silicona y que la sensación sea menos diáfana.
Material del fregadero
La elección del material del fregadero, al igual que la colocación sobre o bajo encimera, no se puede tomar de forma aislada, sino que depende estrechamente del material de la encimera. Y es que a la hora de diseñar una cocina, todos los elementos están interrelacionados, sobre todo si se busca un acabado armónico y estéticamente agradable.
Fregaderos de acero inoxidable
En la actualidad, los fregaderos de acero inoxidable son los más populares por su aspecto moderno, higiénico y profesional.
Con encimeras de piedras naturales, como mármol o granito, se suele optar por estos fregaderos bajo encimera y, además, es tendencia grabar el escurridor en la propia piedra (mientras que antes se solían acompañar las cubetas con el propio escurridor igualmente en acero inoxidable). También se están poniendo mucho con superficies laminadas, pero en ese caso sobre encimera, tal y como vemos en la imagen siguiente.
Entre las ventajas de este material, destaca la facilidad de limpieza y su resistencia al calor, a la corrosión y a los golpes, lo que asegura una alta durabilidad. Además, existe una gran variedad de diseños, por lo que es posible adaptarlos a cocinas de cualquier estilo.
Fregaderos de resina
Los fregaderos sintéticos de resina son muy empleados para acompañar las encimeras laminadas. Al estar compuestos en gran parte de piedra natural, tienen un tacto muy atractivo, y están disponibles en una gran variedad de colores (lo que supone una ventaja importante respecto a los de metal). Así, cuando la encimera es lisa se puede poner un fregadero del mismo color y textura, lo que ayuda a contrarrestar el efecto “corte” entre ambos elementos, y visualmente dan mucho juego. También precisan un mantenimiento sencillo y son resistentes al calor y a las manchas, pero menos que los de acero inoxidable, por lo que hay que ser más cuidadosos.
Fregaderos de corian y krion
Los fregaderos de Corian y Krion (dos marcas de un material conocido como Solid Surface, que se obtiene de la mezcla de minerales y polímero acrílico) se usan sobre todo acompañando las encimeras de ese mismo material, formando así una única pieza que ayuda a dotar de mayor continuidad a la zona de trabajo de la cocina. Al igual que otros fregaderos de resina, se presentan en todo tipo de colores, por lo que aportan mucha versatilidad. Además la limpieza es muy sencilla y son bastante resistentes.
Fregaderos de cerámica
Lo rústico ahora es moderno, y las cocinas no viven ajenas a esta tendencia. Por eso los fregaderos de cerámica blanca están resurgiendo con fuerza, especialmente en casas de campo o en cocinas con una estética más clásica. Se busca el encanto de las piletas antiguas, habitualmente dejando el frontal también visible.
El objetivo en estos casos es dar protagonismo a la propia pieza de cerámica, pero además de su valor ornamental, también aportan resistencia al calor y a los arañazos, y mantienen el brillo impoluto durante mucho tiempo. Sin embargo, es más complicado evitar las manchas a largo plazo, y también hay que saber que se pueden llegar a romper si sufren un golpe muy fuerte.
Formas de los fregaderos
Los fregaderos de aspecto angular, que tienden a formas más cuadradas o rectangulares, son ahora muy demandados. Pero más allá de la forma de la cubeta, otras cuestiones que se deben examinar son el incorporar o no escurridor, o la preferencia por una cubeta grande o por dos más pequeñas.
Fregaderos cuadrados
Los fregaderos cuadrados o rectangulares son los más usados. Mientras en las cocinas clásicas se da prioridad a aquellos con bordes redondeados, la tendencia actual es elegirlos con esquinas casi en ángulo recto, lo que ofrece un acabado moderno y contemporáneo.
Con escurridor
El escurridor es esencial cuando no hay lavavajillas en la cocina, pero se puede prescindir de él cuando no se lava mucho a mano, y además la zona de trabajo es reducida.
Aunque antes todos los fregaderos incluían escurridor, hoy es más frecuente encontrar piezas que no cuentan con este elemento, lo que ayuda a integrar el fregadero en la cocina. Sin embargo, existe otra opción para lograr ese efecto, que es grabarlo en la encimera, en lugar de ponerlo del mismo material que la cubeta.
Fregadero doble para la cocina, ¿sí o no?
Al igual que con el tema del escurridor, elegir uno o dos senos dependerá del uso que se le dé al fregadero. Si se lava la loza a mano a diario, tener dos cubetas es más práctico, pero como hoy casi todos los hogares cuentan con lavavajillas, se suele preferir una cubeta amplia, donde pueda caber por ejemplo una fuente grande, a contar con dos senos más reducidos. En cualquier caso, en una cocina grande puede ser buena idea optar por un fregadero de doble seno, ya sea bajo encimera, como vemos en la imagen superior, o sobre encimera.
Medidas del fregadero
Como decíamos, la tendencia es decantarse por fregaderos con una única cubeta, pero amplia, de como mínimo 45 cm, pero mejor aún si es de 50 cm.
Fregaderos grandes para cocinas
También se ven cada vez más lavabos de cocina grandes con cubetas tipo bañera, con dimensiones de 70 cm de ancho, que son idóneas cuando se propone una pieza de carácter, por ejemplo de cerámica y aspecto vintage. Estas últimas no son exclusivas de grandes cocinas rústicas, sino que empiezan a verse también en otras de aspecto moderno y minimalista.
Fregadero de cocina pequeño o estrecho
Si contamos con una cocina de dimensiones reducidas, en la que todo está medido al centímetro para lograr el máximo espacio de trabajo y almacenaje, puede ser conveniente elegir fregaderos más pequeños y estrechos, de tan solo 30 cm de ancho.
En otras ocasiones, en estancias más amplias, se puede optar por un fregadero estándar con escurridor pequeño para, de este modo, ganar espacio en la encimera. Por otro lado, en el caso de cocinas pequeñas lo más habitual es directamente prescindir de escurridor o grabarlo en la encimera.
Fregadero de cocina hondo
En el caso de la profundidad, lo más habitual es decantarse por una cubeta con una hondura de unos 20 cm. Sin embargo, en cocinas profesionales, puede haber fregaderos profundos de hasta 50 cm, donde es más cómodo lavar ollas y cacerolas grandes.
Fregaderos de cocina modernos, ¿qué color elegir?
Como hemos visto, en la actualidad existen infinidad de colores en los que se puede realizar el fregadero, pero lo cierto es que en la inmensa mayoría de los hogares seguimos encontrando el gris propio del acero inoxidable (ocurre lo mismo en los grifos). Sin embargo, blanco y negro comienzan a ganar terreno, especialmente en cocinas de estética contemporánea, en las que el fregadero busca integrarse en la encimera.
Fregadero blanco para la cocina
Si la encimera de nuestra cocina es blanca, combinar el fregadero con ella puede ser una muy buena opción. En la imagen superior podemos ver la luminosidad que aporta el fregadero blanco bajo encimera, totalmente integrado en la superficie de trabajo.
Fregadero negro para la cocina
En el extremo opuesto encontraríamos esta propuesta, un fregadero negro que aporta sofisticación y mucho carácter a la cocina.
Mueble bajo fregadero
Por último, conviene analizar también el mueble que irá bajo el fregadero, ya que debe proporcionar una zona de almacenaje cómoda donde guardar las bayetas, las pastillas del lavavajillas y otros utensilios de limpieza, de forma que se acote la zona de lavado dentro de la cocina.
Así, lo más funcional, independientemente del tamaño de la cocina, es poner bajo la pileta un portafregadero que oculte en el interior una distribución práctica orientada a la clasificación de residuos y al almacenaje de los productos de limpieza.
En definitiva, para elegir el fregadero adecuado, hay que contemplar sobre todo las necesidades, gustos y estilo de vida de aquellos que lo van a usar. Por eso en Santiago Interiores realizamos proyectos personalizados, adaptados a ti. Reserva tu cita para asesorarte con nuestro equipo de interiorismo, que te ayudará a hacer realidad tu cocina.