Una cocina abierta en la que disfrutar del fin de semana

La planta baja acoge una zona de día abierta y diáfana, formada por cocina, comedor y salón. Se trata de una estancia con numerosos ventanales que permiten la entrada de la luz en prácticamente cualquier momento del día. La luminosidad natural del ambiente se refuerza con una paleta cromática con predominio de tonos claros como el blanco o el crema, con puntuales notas de madera que aportan equilibrio y calidez.

El interiorismo austero y contenido favorece la libertad de movimientos y la interacción entre los usuarios. Así, es posible cocinar mientras se charla con los invitados, alargar la sobremesa viendo al nieto jugar en el salón, o recoger cómodamente cuando ya ha terminado la velada.

En la cocina encontramos la misma gama de colores que en el resto de la zona de día. Optamos por un mobiliario de líneas puras y sencillas en acabado Blanco Seff. Los frentes lisos y sin tirador del modelo FINE no solo aportan belleza y discreción, sino que además facilitan la fusión de los muebles con la arquitectura de la vivienda, algo esencial en espacios abiertos.

Los muebles blancos se combinan con una barra, un panel pared y un panel con baldas en Olmo Claro, lo que contribuye a crear un ambiente más cálido y acogedor, en el que el área de trabajo se convierte en un lugar tan confortable como el salón.

Organizamos la cocina en forma de U alrededor de una isla central. Esta cuenta con una amplia superficie de encimera destinada en su totalidad a la preparación de los platos. Además, ofrece abundante espacio de almacenaje gracias a dos módulos cajoneros en la parte interna y dos bajos de servicio en la externa.

A ella se anexa un mesado con dos taburetes, en el que el matrimonio puede reunirse para desayunar o tomar un picoteo sin necesidad de cambiar de estancia, contemplando el maravilloso paisaje que rodea la casa.

En paralelo a la isla, un lineal de muebles bajos acoge el área de lavado, estratégicamente situado bajo una ventana para poder fregar disfrutando de las vistas. Incluye un lavajillas integrado, un mueble portafregadero y tres bajos de servicio. A continuación dispusimos el frigorífico y el congelador.

A la izquierda, un armario columna integra horno y microondas, junto a una composición de muebles altos y bajos donde se ubica el área de cocción.

Por último, a la derecha, dos muebles bajos funcionan a modo de aparador, sirviendo de transición entre la cocina y el resto de la zona de día de la vivienda. Encima, un panel con baldas ofrece espacio para exhibir la vajilla o pequeños artículos de decoración. Cuenta además con una zona adicional de trabajo, muy útil para preparar el desayuno y emplear pequeños electrodomésticos, gracias al perfil de iluminación LED con tomas de corriente.

Con esta planificación logramos crear un ambiente cómodo, práctico, totalmente equipado y que cumple con los requisitos de los propietarios, que pueden compartir tareas y momentos de ocio en una cocina diseñada a su medida.