Sacando el máximo partido a una cocina alargada

La cocina se ubica en un piso de un céntrico conjunto residencial compostelano. Sus propietarios, una pareja sin mucho tiempo para cocinar a diario, buscaban una estancia con amplio espacio de almacenaje, cómoda y práctica, que además contase con una pequeña zona office para desayunos y comidas rápidas.

Al conectar la cocina con el salón-comedor a través de una amplia puerta corredera se logró ampliar visualmente el espacio, permitiendo la comunicación con el resto de la zona de día cuando así se desea. Esto resulta muy práctico, además, para el servicio y retirada de los platos, ya que se facilita el acceso a la mesa de comedor. La cocina también se comunica con el balcón mediante una puerta de vidrio, multiplicando así la entrada de luz natural en la estancia.

Para el mobiliario optamos por un modelo que aúna líneas limpias y puras con una estética más tradicional: el modelo MARCO de Santos. Así, se armonizó lo clásico con lo moderno, ofreciendo un equipamiento pensado para responder a las exigentes necesidades de la vida contemporánea, pero que además resulta acogedor y con personalidad.

El acabado Blanco Perla Seda Mate favorece la integración de los muebles en el interiorismo de la vivienda, caracterizado por el predominio de tonos claros que refuerzan la luminosidad natural de los distintos ambientes.

La distribución en línea de los muebles contribuyó a sacar el máximo partido a esta cocina, ubicada en una estancia de planta alargada y estrecha. El primer tramo del lineal, más cercano a la ventana, reúne las áreas de preparación, cocción y fregado, con encimera Perla Venata de Naturamia.

Esta zona incluye un módulo portaplaca dotado de gavetas de extracción total y gran capacidad, un lavavajillas integrado, y un mueble portafregadero con cubos de reciclaje.

Además, para la parte superior incorporamos un módulo alto de apertura abatible, dotado de un perfil de iluminación LED en el piso inferior. Esta solución recorre todo el ancho del mueble, proporcionando luz indirecta, continua y homogénea sobre la superficie de trabajo y el fregadero.

Sobre el mueble alto abatible, se dejó libre la parte más cercana al techo, lo que, junto con la campana decorativa de Pando, permitió aligerar esta zona de la cocina.

El lineal se completó con dos armarios columna: un primero portahornos, que integra horno multifunción, microondas y más opciones de almacenaje adicional, y un segundo con mueble persiana. Este último, al incorporar tomas de corriente e iluminación propia, así como una zona de trabajo auxiliar, permite guardar y utilizar pequeños electrodomésticos sin necesidad de cambiarlos de lugar.

Frente a estas columnas instalamos un discreto armario portaprovisiones, ideal para organizar la compra. A su lado, se dispuso una cómoda barra, con encimera y balda en laminado Santos acabado madera Olmo Claro, más taburetes Leina de Gazzda, lo que permitió aprovechar aún más el espacio, incorporando un área office en la propia cocina.

La cocina conecta con una estancia anexa a través de una puerta corredera, prolongando así el equipamiento de la zona de trabajo. Ese espacio contiguo se amuebló con un sencillo diseño FINE sin tirador en color blanco. Nos decantamos aquí por una distribución en paralelo, dejando simplemente un corredor de paso en el centro.

A un lado, dispusimos una columna portafrigorífico y otra de servicio sobre encimera con lavadora en la parte inferior. Enfrente, completan el mobiliario una segunda columna portaprovisiones, más un armario portaútiles para utensilios y productos de limpieza.

De este modo se crean dos áreas diferenciadas: a un lado un ambiente de trabajo cálido y elegante, y del otro, un espacio adicional de despensa-lavadero, más funcional, que aumenta la capacidad y organización de la cocina.