Una cocina contemporánea con vistas al mar

Una casa frente al mar exige una cocina abierta, luminosa y orientada hacia el paisaje. En este caso, la planta baja de la vivienda, un espacio diáfano y, en parte, de doble altura, alberga cocina, salón y comedor. Cuenta con múltiples entradas de luz natural gracias a las diversas ventanas, tanto a nivel de planta como cenitales y a las dos puertas correderas acristaladas que permiten el acceso a la terraza. Se logra así una atmósfera fresca y radiante, ideal para disfrutar de los días soleados.

La presencia del color blanco en los muebles de la cocina, pero también en otros elementos como la encimera, las paredes o las puertas, ayuda a conformar un bloque armónico y homogéneo, que resalta la luminosidad del ambiente y el carácter organizado de la cocina.

Para el mobiliario optamos por un modelo FINE (en acabado Blanco Innsbruck) un diseño que aúna elegancia, sobriedad y discreción, algo fundamental en las cocinas abiertas. Además, sus frentes lisos y sin tirador favorecen la fusión natural de los muebles con la arquitectura y el interiorismo de la casa. Algo a lo que también contribuyen las soluciones de integración para electrodomésticos y almacenaje.

Las únicas concesiones son el uso de una campana de techo decorativa y la elección de una encimera de cuarzo blanco con un bello veteado, que aporta un plus de sofisticación a la cocina.

Una gran isla central domina la cocina, y concentra las áreas de preparación, cocción y fregado. Esto permite conversar con familia y amigos mientras se trabaja, a la vez que se disfruta de las vistas del mar.

Además, la isla incorpora múltiples opciones de almacenaje y organización. En su cara interior, incluye dos módulos portaplaca con tres cajones, lavavajillas integrado y mueble portafregadero con cubos de reciclaje. En la exterior, cuenta con siete armarios bajos de servicio. Para hacerla más práctica y autónoma, sus dos costados se equipan con sendas tomas de corriente, muy útiles para conectar pequeños electrodomésticos.

En paralelo a la isla se dispone una composición de cuatro armarios columna que, en un espacio compacto y ordenado, reúne frigorífico, horno, microondas y varios módulos de servicio, adecuados para funcionar como despensa o para guardar utensilios de limpieza. Esta composición se sitúa justo bajo el hueco de la escalera, un espacio generalmente desaprovechado que, sin embargo, cuenta con un potencial a tomar en consideración. En este proyecto, situando en esta zona el área de columnas, la dotamos de carácter funcional y le conferimos un atractivo estético totalmente acorde con el conjunto.

Para la usuaria de esta cocina, contar con la máxima capacidad de almacenaje posible era fundamental. Este elegante y discreto amueblamiento lo logra sin sobrecargar el ambiente. Por el contrario, se conservan zonas libres para poder moverse y trabajar con libertad, y para que varias personas puedan realizar tareas a la vez sin molestarse.