Una elegante cocina integrada en la zona de día

Se trata de un dúplex ubicado en un edificio de cuidado diseño, construido con materiales de primera calidad. Dispone de tres terrazas exteriores, que le permiten gozar de unas vistas privilegiadas y recibir luz natural en cualquier momento del día.

Sus propietarios, una pareja joven con un hijo, deseaban transformarlo en un hogar cálido y acogedor, pero también funcional, en el que disfrutar de sus momentos de ocio y realizar las labores cotidianas con total comodidad. Con eso en mente, se planteó una redistribución en dos áreas diferenciadas: en la planta baja se reúnen las zonas de día y de noche, y la planta alta se reservó para los momentos de desconexión, con un gran salón abierto a dos amplias terrazas.

La cocina se sitúa en un extremo de la zona de día, justo a continuación del comedor, lo que facilita el servicio y retirada de cubiertos. Un cerramiento en hierro negro y vidrio separa ambos ambientes, de forma que es posible aislar el área de trabajo cuando se desea, sin perder en ningún momento luminosidad ni conexión visual.

Además, la cocina se comunica también con una terraza exterior a través de unas puertas acristaladas, lo que favorece la entrada de abundante luz natural en la estancia.

El mobiliario, un diseño FINE de Santos en acabado Gris Visón, de líneas puras, se fusiona de forma natural con el interiorismo de la vivienda, aportando una discreta elegancia. Al incorporar múltiples soluciones de integración se logra que todo se encuentre siempre recogido, organizado y apartado de la vista, lo que contribuye a que la cocina pueda adoptar formas estéticas propias del salón.

Los usuarios buscaban una cocina abierta a las zonas de reunión, pero que también fuese cómoda y práctica en el día a día. Para lograrlo, optamos por una distribución en paralelo, con una amplia isla frente a un lineal de muebles altos y bajos y armarios columna, lo que además potenció la entrada de luz natural desde la terraza.

La isla acoge las zonas de preparación y cocción, e incluye dos grandes cajoneros en la parte interior. La encimera, modelo Estatuario de Coverlam, se extiende por sus costados, generando un bloque estéticamente uniforme y ligero, que resalta entre el gris de los frentes y el negro del cerramiento. Para la extracción de humos se optó por un discreto modelo de techo, lo que ayudó a evitar molestos obstáculos visuales.

La superficie de trabajo también se prolonga hacia la parte exterior de la isla, transformándose en una práctica barra de desayunos. Eso permite contar con una zona office en la propia cocina, evitando tener que desplazarse al comedor cada vez que se quiere tomar algo.

Frente a la isla, un lineal de módulos columna, altos y bajos cubre todo un tabique. En uno de sus extremos, dos columnas integran de manera compacta el frigorífico, los hornos y múltiples opciones de almacenaje. El otro extremo lo ocupan dos armarios con amplia capacidad de almacenaje, pensados para guardar la compra de manera organizada.

El centro de la composición acoge el área de lavado, conformada por un módulo de servicio, un lavavajillas integrado, un portafregadero con cubos de reciclaje y dos armarios altos de apertura plegable. Además, ofrece espacio de trabajo auxiliar muy bien iluminado gracias a dos perfiles LED, uno integrado en el piso inferior de los muebles altos, y otro instalado bajo ellos. Este último incluye además tomas de corriente, lo que facilita la conexión y el uso de pequeños electrodomésticos.

Con esta planificación hemos creado una cocina funcional y confortable, en la que todo se encuentra a un paso a la hora de elaborar un plato. Además, el corredor libre alrededor de la isla posibilita que varias personas puedan compartir espacio o tareas sin molestarse.