¡Las cocinas abiertas al salón son tendencia! Ahora que la cocina ha pasado a ser mucho más que un espacio de trabajo es lógico que la perspectiva de integrarla en el salón resulte aún más tentadora. Así, se logra crear una zona de día sin obstáculos, en la que toda la familia puede compartir momentos, y disfrutar de los distintos ambientes de forma fluida.
Pero dentro de las cocinas abiertas existe muchísima variedad: las hay grandes y pequeñas, con las distintas áreas delimitadas o totalmente diáfanas, con distribución con isla, con península o en U, modernas o clásicas… Hoy seleccionamos algunos de nuestros proyectos favoritos de cocinas abiertas al salón para ayudarte a inspirarte a la hora de trasladar esta tendencia a tu hogar.
Cocinas abiertas al salón con isla: cómodas y funcionales
La isla es siempre un elemento muy práctico en la cocina: ofrece una superficie amplia de trabajo y contribuye a organizar el espacio. Pero además, en ocasiones, incluso puede tener un valor estético por sí misma. Así, en la imagen superior, la isla adquiere un aspecto escultórico, gracias a sus formas depuradas y su acabado marmóreo. No hay que olvidar que elegir muebles con un diseño elegante resulta esencial cuando las distintas estancias están comunicadas.
En las cocinas semiabiertas al salón con isla, esta no suele emplearse como elemento para dividir ambientes, y lo más habitual es que quede totalmente integrada. En estos casos son elementos como los semitabiques o las puertas correderas los que permiten delimitar visualmente el área de trabajo. De este modo se consigue otorgar cierta privacidad a la zona de cocina, solventando uno de los principales inconvenientes de los espacios abiertos.
Cocinas abiertas al salón pequeñas: aprovechando cada metro cuadrado
En los espacios grandes, las cocinas abiertas lucen muchísimo, pero es quizá en los pequeños en los que demuestran su mayor potencial. En una estancia de 10 metros cuadrados puede ser todo un reto proyectar una cocina totalmente equipada que además sea cómoda y ligera. Sin embargo, simplemente eliminando las paredes, podremos aprovechar el espacio circundante para agrandar el área de trabajo, además de conseguir una atmósfera más luminosa y relajada.
Así, cocina, comedor y salón se benefician de estar juntos, obteniendo una zona de día versátil y multifuncional, en la que disfrutar de cada tarea y momento de desconexión.
Algo similar ocurre si diseñamos una cocina estrecha abierta al salón. En la imagen superior, por ejemplo, podemos ver cómo se aligera el ambiente al dejar las puertas correderas abiertas, de forma que la cocina se conecte con la zona de estar. Visualmente, el efecto es muy diferente al que tendríamos si la pared llegase hasta el final de la estancia.
Por no hablar de los estudios y pequeños apartamentos, en los que contar con varias estancias es inviable. En estas cocinas integradas en salones pequeños un buen diseño resulta fundamental para poder disfrutar de todas las prestaciones sin abarrotar el espacio. Una decoración sencilla y actual también contribuirá a crear un espacio cómodo y confortable.
Cocina abierta al salón con barra: una zona office que conecta ambientes
Como ya vimos en el caso de la isla, la barra en las cocinas también es un elemento que se suele emplear para delimitar ambientes, tanto si se integra en la parte exterior de la isla, como si se coloca de forma transversal a ella. Eligiendo un acabado de madera, se aporta un toque cálido y acogedor que hace más fluida la transición entre la cocina y la zona living.
Esa calidez es especialmente bienvenida cuando buscamos ideas de cocinas blancas abiertas al salón. Se crea así una atmósfera escandinava muy de tendencia, en la que la cocina aporta sencillez y luminosidad al conjunto de la vivienda.
Cocinas con península abiertas al salón: amplitud y versatilidad
La península permite ahorrar espacio en aquellos casos en los que un diseño con isla resultaría incómodo, pero lo cierto es que también da mucho juego en estancias de dimensiones generosas. Así, la zona de trabajo queda fácilmente delimitada, con las distintas áreas (preparación, cocción, fregado, almacenaje…) a mano. Aunque los muebles oscuros son elegantes y sofisticados, también vale la pena recordar que las cocinas blancas abiertas a salones grandes transmiten una sensación de luminosidad y amplitud muy atractiva.
En muchas ocasiones la parte externa de la isla se emplea como barra, creando un pequeño espacio office muy versátil. En otros casos, la mesa de comedor se puede adosar directamente a la península, concentrando el mobiliario para aprovechar al máximo el espacio.
Cocinas abiertas al salón con cristalera: todo ventajas
Si te gusta la estética de las cocinas abiertas, pero no acabas de verlas prácticas en cuanto a limpieza, ruidos u olores, una buena solución es separar la cocina del salón mediante un cerramiento acristalado. En estos casos hablaremos más bien de una cocina semiabierta, pero bastará con abrir las puertas correderas para disfrutar de un ambiente diáfano.
Cocinas en U abiertas al salón: muy organizadas
Es habitual ver cocinas con península organizadas en forma de U. De este modo se consigue un triángulo de trabajo óptimo, con un acceso rápido y cómodo a cualquier rincón, que disminuye la necesidad de desplazamientos. Al ser una cocina abierta, además, no es necesario dejar demasiado espacio entre los frentes, ya que se puede acceder desde la parte externa, eliminando la sensación de encierro.
Cocinas en L abiertas al salón: con espacio para el comedor
Quizá la distribución en L es menos habitual en la decoración de cocinas abiertas, ya que los distintos lineales de muebles pueden quedar algo alejados. Sin embargo, se puede aprovechar en estos casos la parte central para colocar la mesa de comedor, mientras que la zona de salón suele ir a continuación.
Cocinas en paralelo abiertas al salón: estancias anexas
Si contamos con una cocina alargada, con los muebles distribuidos en paralelo, eliminar el tabique lateral puede ser una fantástica idea. De este modo la cocina queda abierta y conectada con el resto de la casa, lo que aporta mucha amplitud.
Además, en las cocinas abiertas con isla, la distribución en paralelo es muy habitual. En el proyecto de la imagen superior vemos como la isla concentra las zonas de preparación, cocción y fregado, mientras que en paralelo se dispone una discreta composición de armarios columna para electrodomésticos y almacenaje que se integra naturalmente en la arquitectura de la vivienda.
Como ves, ideas de cocinas unidas al salón hay muchísimas. Esperamos que esta pequeña recopilación te haya ayudado a contemplar distintas posibilidades. Si estás pensando en crear ambientes conectados en tu hogar no dudes en consultarnos. Nos encantará atenderte y realizar un proyecto personalizado que tenga en cuenta el espacio disponible, así como tus gustos y necesidades.